La llegada al Caribe del portaaviones más grande del Pentágono, el USS Gerald R. Ford, y su grupo de ataque -más de 4.000 marineros y decenas de aeronaves tácticas- dirigió nuevamente ayer la atención hacia Venezuela, cerca de cuyas aguas Washington mantiene desde agosto pasado un despliegue naval y aéreo con el argumento de combatir el narcotráfico, que ya genera reacciones de Rusia y el Reino Unido.

Mientras, el Gobierno de Nicolás Maduro anunció ayer un nuevo despliegue militar en todo el territorio con 200.000 militares para defenderse, de acuerdo a palabras del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, de las "amenazas imperiales".

EE.UU. refuerza despliegue y Rusia lo rechaza

El Pentágono describió este portaaviones como "el más grande del mundo" y señaló que la llegada de las

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