La crisis financiera de la Universidad es consecuencia de la irresponsabilidad -por decir lo menos- con la que se han manejado los recursos que, mediante subsidios, otorgan puntualmente tanto el Gobierno federal como el Gobierno del Estado.

La administración de la institución rosalina, por su irresponsabilidad en el manejo administrativo, ha hecho aflorar una crisis financiera, que quiere resolver de mala manera. En lugar del lógico recorte de privilegios y altos salarios del propio Rector y su círculo (lo que la gente llama la “casta dorada”) y meterle tijera a la excesiva plantilla de empleados de confianza, busca a toda costa reducir el salario de los trabajadores jubilados y en activo.

Esto, lo sabe todo mundo, es una franca violación al contrato colectivo de trabajo vigente y un atr

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