Como lo hemos venido reiterando, en un auténtico sistema democrático y participativo -como lo proclama la Constitución colombiana- el pueblo no debería votar llevado por la propaganda, los discursos agresivos, la desinformación originada en medios de comunicación interesados, ni por la compra de votos, sino con base en el pleno conocimiento de las propuestas y programas de los aspirantes. Si lo que se busca es la escogencia de los mejores y más capaces para que, en ejercicio de sus cargos, realicen los objetivos de beneficio general, dentro de los valores y principios que la sociedad profesa, los partidos y candidatos deberían exponer las propias ideas, propuestas y programas -hacia el beneficio colectivo-, más que el odio y la descalificación de los contrarios.

Si las finalidades del Est

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