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La caña común (Arundo donax), considerada una de las cien especies invasoras más dañinas del planeta, podría tener un papel menos negativo de lo que se creía en algunos ecosistemas fluviales.

Un estudio publicado en la revista Science of The Total Environment , liderado por el profesor Alberto Maceda, del Grupo de Investigación FORESTREAM de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universitat de Barcelona, sugiere que su presencia puede favorecer a las poblaciones de peces en determinadas condiciones ambientales.

En algunos tramos de los ríos mediterráneos, la caña ofrece sombra y refugio a los peces autóctonos

La investigación, que también cuenta con la colaboración del Instituto de Investigación del Agua de la

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