Ocho minutos. Elección de material exprés para la final del Cuatro y Medio del domingo. Peio Etxeberria tardó este miércoles un par de parpadeos, mientras que Javier Zabala se merendó algo más de tiempo para encontrar lo que quería en el cestaño dispuesto por Martín Alustiza y Mikel Urrutikoetxea en el frontón Bizkaia de Bilbao . Ocho minutos y todos contentos. No hubo estridencias después.
"Me ha sorprendido que Peio ha elegido pelota viva . Esperaba que un poquito menos", desgrana Zabala . La liturgia marca una línea imaginaria, como la del acotado, que delimita el tiempo de reflexión previo a un encuentro de tamañas características y la llegada de las hostilidades. Las mariposas eclosionan. Los nervios crecen. "Yo también he ido a sacar las dos más

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