Señor Director:

El pasado 11 de octubre, en la Clínica Las Condes de Peñalolén, mi hija de 18 meses recibió las vacunas ministeriales correspondientes a su edad. Al día siguiente comenzó con fiebre, malestar general y un aumento de volumen en la zona de la inyección. Dos días después, el 13 de octubre, fue necesario acudir a urgencias en la Clínica Bupa, donde se confirmó el diagnóstico de celulitis, atribuida a una reacción adversa a medicamento. Entre las hipótesis médicas se planteó incluso una posible contaminación del lote de vacunas.

Mi hija debió ser hospitalizada durante tres días debido al riesgo vital que implicaba la infección. Como madre y funcionaria de salud, me vi en la obligación de ausentarme de mi trabajo para acompañarla, motivo por el cual se me otorgó una licencia ba

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