“Fui a montar a caballo con mi hija y había un niño pequeño, de unos 3 años, que apenas se movía. Lo veía y sentí la torpeza de no saber qué decirle a esa madre”, recuerda Sylvie Riesco Bernier.

Mientras Sylvie pensaba, la solución se presentó: fue la otra madre quien se acercó y le preguntó si había escrito un libro de maternidad y lactancia. Sylvie le contestó que sí y la otra madre le respondió contenta que ella lo tenía y además firmado por Sylvie. La conversación fluyó y Sylvie le preguntó qué le pasaba a su hijo.

“Se abrió en canal y me contó todo lo que le había ocurrido”, cuenta Sylvie. “Era un niño burbuja, de los que no tienen defensas. Necesitaba una operación en Londres, pero era pandemia y no podían ir. Cuando finalmente pudieron viajar, lo operaron allí y salió bien, pero a

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