La violencia ha provocado un éxodo silencioso en Oaxaca: habitantes de comunidades indígenas mixtecas viven desplazados de sus hogares desde hace cuatro años, sin que el Estado mexicano garantice las condiciones para su retorno.

Se trata de familias originarias de las comunidades de Guerrero Grande, Ndoyonoyuji y Mier y Terán, todas ellas pertenecientes al municipio de San Esteban Atatlahuca, quienes se vieron forzadas a abandonar sus casas en 2021.

Cuatro años de exilio y casas quemadas

La crisis se desató en 2021 debido a incidentes de violencia y ataques armados, obligando a los habitantes a huir. Hoy, muchos se encuentran refugiados en Tlaxiaco, donde viven en un albergue o en casas improvisadas.

Los ataques y agresiones a los habitantes de Guerrero Grande y Ndoyonoyuji "fueron con

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