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El portavoz adjunto de Vox en el Parlament balear, Sergio Rodríguez, ha defendido este miércoles una iniciativa de su partido dirigida a prohibir el uso del velo islámico en los espacios públicos de las islas, contraponiéndolo al atuendo utilizado por las monjas: “Hoy prácticamente ya ninguna lo usa. Pero si lo llevan lo hacen libremente y no porque estén sometidas a ningún hombre, sino porque están sometidas a Dios, que es un ente superior”.
El diputado se ha pronunciado en estos términos durante la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales de la Cámara autonómica, que, con los votos en contra de Més per Mallorca y la abstención del PP, ha rechazado la propuesta promovida por la formación de extrema derecha con el objetivo de que el Govern de Marga Prohens realizase las reformas normativas necesarias para vetar el uso de la vestimenta islámica en edificios públicos, centros educativos y sanitarios, universidades, instalaciones deportivas, dependencias administrativas y otros espacios públicos “tanto abiertos como cerrados”. En el documento, los de Santiago Abascal alegaban que este tipo de indumentarias son “contrarias a los derechos fundamentales de las mujeres e incompatibles con nuestra identidad, cultura, usos, modos y costumbres”.
Se trata de un punto que estaba incluido en una Proposición No de Ley (PNL) con la que Vox también buscaba establecer un mecanismo de sanción y el endurecimiento de las penas para “castigar las prácticas islámicas que vulneran la dignidad de la mujer”, además de suspender o denegar la nacionalidad española a quienes obliguen, de forma directa o indirecta, a cualquier mujer a llevar burka, niqab o hiyab. El Parlament tampoco ha dado el visto bueno a declarar que el velo y el resto de vestimentas islámicas “constituyen una forma de opresión y sumisión que atenta contra los derechos fundamentales de las mujeres”.
Durante su intervención, Rodríguez se ha amparado, además, en un “mero asunto de seguridad”: “Una persona no puede ir cubierta de arriba abajo sin saber si es una mujer o un terrorista con barba”. Y ha aseverado que, “por sentido común, esa restricción que se le pone a la mujer no se puede medir por la cantidad de tela que la cubre”: “Si llevamos a una mujer con un collar y una correa, por el hecho de que el collar sea más largo o la correa más larga no deja de ser denigrante”.
Més: “Vox no propone que las mujeres se emancipen”
Por su parte, el portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, ha recriminado que, “en el fondo, Vox no propone que las mujeres se emancipen y venzan todos los símbolos del heteropatriarcado”, sino que “proponen quién tiene que decidir cómo visten las mujeres musulmanas 'según nuestra identidad, cultura, usos y costumbres'. Solo les hace falta decir: 'Como Dios manda'”.
A juicio del ecosoberanista, “eso no es feminismo, es islamofobia pura y dura”, aseverando que los de Abascal “no están en contra del velo”: “Ustedes no proponen que las cristianísimas monjas tengan que quitárselo cuando pasean por la calle. Solo las mujeres musulmanas”. Y ha proseguido: “Tampoco dicen nada sobre las expresiones de sexismo y machismo en los vestuarios ni tampoco de la cristianísima depilación que socialmente se impone a las mujeres y que es opcional para los hombres. Tampoco sobre los cristinanísimos maridos que prohíben a las mujeres salir de su casa con minifalda ni sobre el hecho de que un padre cristianísimo decida que su hija no puede abortar. Esto les parece buenísimo”.
Uno de los puntos que sí ha contado con el voto favorable del PP es el de instar al Govern de Prohens a “garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, la integración cultural y el respeto por las tradiciones, la cultura, la idiosincrasia y los valores propios de España y Balears”, asegurando “la adaptación plena de todas las personas a los modos de vida propiamente occidentales”.
Víctimas del Patronato de la Mujer
La comisión parlamentaria también ha debatido una PNL defendida por el diputado socialista Omar Lamin relativa al reconocimiento y la dignificación de las mujeres que fueron víctimas del Patronato de Protección a la Mujer en Balears. Un órgano que, como aseveraba la propuesta, se erigió durante el franquismo “como una institución clave para la imposición de un modelo único de mujer”. La propuesta ha decaído en todos sus puntos al recibir el voto en contra de la mayoría conformada por el PP y Vox.
A pesar de que su origen se remonta a inicios del siglo XX como una entidad vinculada a la lucha contra la trata de personas —especialmente mujeres—, durante la dictadura, ha recordado, se transformó en “un aparato represivo de carácter patriarcal, moralista y nacionalcatólico ”. Su presidenta de honor fue Carmen Polo y contó con una red de centros de internamiento en todo el Estado, gestionados por congregaciones religiosas que, ha aseverado el diputado socialista, “operaban con plena impunidad”.
La iniciativa pretendía instar al Ejecutivo autonómico a impulsar, en coordinación con el Gobierno central y las entidades de memoria, una investigación específica en Balears sobre la represión ejercida a través del Patronato que incluyera la identificación de centros, el acceso a archivos y la recogida de testimonios. También buscaba incluir esta represión por razón de sexo en los programas educativos, culturales e institucionales de memoria democrática, con acciones divulgativas orientadas a reconocer y reparar el sufrimiento de las víctimas y sensibilizar a la ciudadanía.
Por otro lado, la PNL pretendía reclamar a los gobiernos central y autonómico a reparar de forma simbólica e institucional a las víctimas mediante actos de reconocimiento público, exposiciones o jornadas y a garantizar que se tengan en cuenta a estas víctimas a la hora de articular políticas públicas de justicia y reparación.
A este respecto, Rodríguez ha recriminado a la izquierda el “presentismo que aplica a toda la historia”: “Yo no vengo aquí a defender este Patronato, en el que evidentemente se cometieron abusos, pero si nos dedicamos en este Parlament a condenar todo lo que se hizo en el pasado en este país y en el resto de países hace 60, 70, 80, 100, 200 ó 500 mil años no acabaríamos nunca”.
“Si tuviéramos que juzgar todos los hechos del pasado desde la visión del presente, habría que condenar prácticamente todo lo que es la historia de la humanidad desde que nos iniciamos en las cavernas con las pinturas rupestres hasta hace dos días, porque, lógica y afortunadamente, nuestra visión del mundo ha ido evolucionando”, ha incidido.
Cabe recordar que el mismo parlamentario de Vox, el pasado 1 de abril, deseó en pleno hemiciclo un “feliz día de la victoria” en alusión al 1 de abril de 1939, fecha en la que se proclamó oficialmente el fin de la Guerra Civil y marcó el inicio de la dictadura franquista. Sus palabras provocaron las críticas de los grupos de izquierdas, que pidieron la adopción de medidas contra él, algo que rechazó el presidente de la Cámara, el ultra Gabriel Le Senne: “Yo no he apreciado más que una broma”, respondió. Asimismo, el 30 de septiembre interrumpió con golpes en la mesa el minuto de silencio por las víctimas de Gaza que guardó la izquierda al inicio del pleno de aquel día. También su compañera de bancada María José Verdú rompió el silencio martilleando la mesa con un bolígrafo.

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