Cristina Sánchez Reyes

Ciudad de México, 12 nov (EFE).- Mientras la Ley Trasciende impulsa en México la legalización de la eutanasia y el derecho a una muerte digna, expertos alertan sobre la falta de infraestructura, personal y cobertura en cuidados paliativos, así como sobre los dilemas éticos que rodean su posible aprobación.

La eutanasia activa está prohibida en México por el artículo 166 de la Ley General de Salud, y se tipifica como “homicidio por piedad” en el Código Penal Federal. Únicamente 14 estados cuentan con una Ley de Voluntad Anticipada, que permite a los pacientes decidir si desean continuar con tratamientos médicos en fase terminal.

La Ley Trasciende, impulsada por la activista y catedrática mexicana Samara Martínez, quien padece una enfermedad renal en etapa terminal,

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