El pasado 21 de agosto, un helicóptero de la Policía Nacional fue derribado en zona rural del municipio de Amalfi, Antioquia, en medio de una operación de erradicación de cultivos ilícitos. El ataque, atribuido al frente 36 de las disidencias de las Farc, dejó un saldo de 13 policías muertos y generó conmoción nacional.

De acuerdo con los reportes de las autoridades, la aeronave fue blanco de explosivos y drones mientras realizaba labores de extracción de personal en la vereda Los Toros, en el nordeste antioqueño. Los informes de inteligencia señalan como responsables a hombres bajo el mando de alias Calarcá, cabecilla de esa estructura armada que delinque en la región.

Días después del atentado, surgió una controversia cuando el Ejército de Liberación Nacional (ELN) aseguró ser el autor

See Full Page