Las reglas del juego cambiaron. Lo que antes era un «año malo» , ahora es la nueva normalidad. Las heladas tardías y las olas de calor extremo son cada vez más frecuentes e intensos . El productor se enfrenta a un escenario donde el clima ya no es una variable, es el principal factor de riesgo .
En un sector como la fruticultura (de alta inversión y largo plazo), ya no hay margen para «aguantar» una pérdida . El «lucro cesante» por una helada (pérdida de kilos) o por una ola de calor (pérdida de calibre y calidad) define la rentabilidad de toda la temporada. Los cultivos están al límite, y la rentabilidad también.
La reacción natural es «defenderse». Pero aquí ocurre el error más caro: se toman decisiones estratégicas (inversiones en sistemas de defensa a 20 años) usando datos t

Río Negro News

AlterNet
Star Beacon
Los Angeles Times Environment
WFAA Economy
CNN