El 13 de noviembre de 1985, la geóloga Marta Lucía Calvache Velasco se encontraba en su apartamento del barrio Villapilar en Manizales. No tenía teléfono y las noticias llegaban por radio.

Al enterarse de que el Nevado del Ruiz había entrado en proceso eruptivo , pensó que Manizales recibiría una lluvia de ceniza, como ya había ocurrido semanas antes. Sin embargo, la magnitud del desastre solo se reveló después: Armero había desaparecido bajo toneladas de lodo y escombros.

Al día siguiente, Calvache partió hacia el Nevado con un grupo técnico, subió a pie hasta la zona del Inderena . Los caminos estaban cortados, algunos pequeños flujos aún descendían de la montaña.

En los días posteriores, trabajó junto a vulcanólogos de Estados Unidos, Islandia, Japón y otros paíse s para

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