Tras más de dos años de silencio voluntario, Luis Rubiales vuelve a la primera plana con un libro demoledor (‘Matar a Rubiales’, editorial Última Línea ) acerca de su ascenso y caída en el deporte español y cómo los políticos intervinieron para tapar sus miserias aprovechando el beso a Jenni Hermoso . El ex presidente de la Federación Española de Fútbol no se deja nada en el tintero en ese libro donde quiere explicar su versión de los hechos.

Rubiales , que presentará el libro este jueves 13 de noviembre a las 19:00 horas en el espacio Eventize , atiende a OKDIARIO para contarnos algunos fragmentos del manuscrito y también para recalcar su decepción con toda la clase política española y en el especial con la izquierda de este país. El granadino siente que fue utilizado y engañado con fines políticos y en esta ocasión no tiene «nada que temer» para contar lo que vivió a partir de aquel 20 de agosto de 2023 cuando la Selección española femenina fue campeona del mundo y él, cabeza de turco de una campaña política sin precedentes.

Pregunta. ¿Por qué decide publicar ahora un libro y con un título tan explícito como  Matar a Rubiales ?

Respuesta. El título refleja lo que viví porque hubo personas interesadas en destruirme. El libro ha sido terapéutico y pretende mostrar la verdad con pruebas (contratos, obras, decisiones) que demuestran que siempre actué con honestidad. Me han censurado a todos los niveles. No me han dado la oportunidad de explicarme y más cuando salen todos estos casos de supuesta corrupción ahora en el entorno del Gobierno. Veo a los políticos con la capacidad de hablar en el Congreso, pero a mí me silenciaron a todos los niveles. Digo cosas duras en el libro y en la editorial han respetado toda mi idea. Estoy feliz con el resultado e invito a la gente que quiera saber la verdad que lo compre.

P. Tras casi dos años de silencio, reaparece en redes sociales muy activo y con un libro. ¿Por qué este cambio de actitud?

R. Porque los dos procesos judiciales abiertos contra mí han demostrado que actué correctamente y que no hay nada objetable. La Agencia Tributaria confirmó que todo mi patrimonio es legal y está declarado. Mi abogado me animó a contar mi versión.

P. Da la sensación de que le tenían muchas ganas.

R. Sin duda. Ahora hay un presidente (Rafael Louzán) que ha entregado el control de la Federación a Javier Tebas, quien fue impulsor de las denuncias contra mí. Tebas está más cómodo con alguien que no le plantee oposición y ya hemos visto lo que ha hecho la Federación con el partido de Miami. Cualquier ocurrencia que tenga Tebas será aceptada.

P. ¿Se siente traicionado por cómo se gestiona su legado?

R. No traicionado, pero sí decepcionado. El actual presidente viene de la política, no del fútbol, y eso se nota. Le gusta lucir el cargo, pero no el desarrollo del fútbol femenino, modesto o territorial.

P. ¿Piensa en intentar volver a la presidencia de la RFEF?

R.  Mi prioridad es limpiar mi nombre. Es difícil, porque la difamación deja huella, pero presento pruebas claras. No busco volver, busco justicia.

P. ¿Qué siente al recordar el 20 de agosto de 2023?

R. Fue un día feliz tras un logro histórico, pese al boicot interno que sufrimos. Luchamos mucho porque en realidad eran 18 jugadoras las que estaban en contra. No eran solo las 15 que se sabían. Estaban también Irene Paredes, que era un poco la cabecilla, Alexia Putellas y la propia Jenni Hermoso. Dejamos un gran legado: más fichas femeninas, más recursos y un crecimiento económico sin precedentes. Estoy orgulloso de mi gestión y de la de mi equipo. El tiempo está poniendo a cada uno en su sitio.

P. La selección femenina sigue encontrar sin estabilidad. ¿Cómo valora la situación actual?

R. Es que la estabilidad no es el camino. La estabilidad es el final y hay que llegar por ese camino que se construye con el cariño y con creer en el fútbol femenino. Yo creí yo. Sabes que me encontré con 2,7 millones de ingresos dedicados al fútbol femenino y lo puse en 27. No tenían médicos, no tenían fisios, no tenían entrenadores, no tenían un cuerpo técnico profesional.

P. Cuando ha hablado de «feminismo radical» en algunos lugares. ¿A qué se refiere?

R. A una corriente intentar imponer un pensamiento, de sentirse todopoderoso y con una perspectiva moral de superioridad. Tan perjudicial es que un género sea superior como que lo sea el otro. Y sobre todo esto, en mi caso, es que yo no lo entiendo como una cuestión de sexo, sino de géneros. Como futbolista que he sido, mandan los que mandan. Tú eres futbolista, tú tienes tu parcela, puedes hablar con los que mandan, por supuesto, pero con lealtad al entrenador, no a la espalda del entrenador, como hicieron en aquel momento, hablando primero conmigo y después con el entrenador. Creo en la igualdad, no en la imposición. En el fútbol, como en todo equipo, debe haber jerarquía y respeto al entrenador.

P. ¿Y por qué le atacan hasta en un documental de Netflix?

R. El documental lo comento en el libro y para mí son tiros al aire. Es que no hay nada concreto en las reivindicaciones que piden. Una de las de las menciones que hago en el libro y que me encanta es que ‘al final quien siempre me insulta, nunca me ofende’. Y yo creo que en este caso hay gente que ha obrado así. Irene Montero, por ejemplo, siendo la ministra con la que has liado con la ley del sí es sí… ’ con la de gente condenada por violaciones que ha salido a la calle. A lo mejor en vez de taparse dijo: «Esta es mi oportunidad de distraer y que parezca que hacemos cosas por las mujeres».

P. Algunos políticos aprovecharon su caso.

R. El wokismo es así, porque desde la superioridad, en nombre de la democracia, te dicen esto es lo que hay. Pero si no haces lo que ellos dicen te escrachean , te cancelan… ¡Fíjate lo demócratas que son! Yolanda Díaz me privó de la presunción de inocencia. Tanto la vicepresidente como Irene Montero son casos de mujeres que no les ha interesado el fútbol y para mí son unas demagogas, interesadas e hipócritas. Afortunadamente en España nos estamos dando cuenta todos.

P. Se le vinculó al PSOE, pero también desde ahí lo atacaron.

R. Yo he votado a Pedro Sánchez y me ha decepcionado. En una reunión en petit comite me habló de que jamás en su vida daría una amnistía, que era inconstitucional, que eran bulos de la prensa de derechas… y luego mira lo que ha hecho. Lo mío le sirvió de cortina de humo, como otras cosas más, que suele utilizar sin ningún tipo pudor. Lo que me quedó claro con el tema de los independentistas fue que quería gobernar a toda costa por una cuestión egoísta, banal y poniéndose por encima de su país. La decisión que tomó fue la de ser un mal español.

P. Descríbame cómo fue el encuentro con él tras ganar el Mundial…

R. Fue muy frío. Solo buscaba la foto rodeado de mujeres. Su gobierno no invirtió ni un euro en fútbol femenino, pero quiso aparentar apoyo en ese momento. Ministras como María Jesús Montero, que en el caso Alves dijo públicamente que ‘cuando hay una denuncia de una mujer valiente no puede haber presunción de inocencia’, también espoleó todo… Entonces es muy grave que a un hombre, por el hecho de ser hombre, se le elimine la presunción de inocencia y eso fue lo que hicieron conmigo.

P. ¿Por qué cree que se le asoció con casos judiciales o de corrupción del entorno del PSOE?

R. He sido cinco años y medio presidente de la Federación y he recibido llamadas de ministros, secretarios de Estado, asesores y Koldo fue uno de los que me llamó. Nos mandó el contacto de un laboratorio para mascarillas, pero nosotros actuamos como actuamos siempre mirando la calidad y consultando a los doctores que son los expertos. Por suerte, no hicimos ningún tipo de acuerdo porque mira la que se ha liado.

P. Y con los políticos, ¿hubo trato de favor?

R. Todos los partidos, salvo VOX, pedían invitaciones o favores menores, pero nunca algo ilícito. A ver, esas peticiones son lógicas y son normales. Es decir, que tampoco nos podemos molestar. Nosotros lo tomábamos como algo positivo que quisieran estar con nosotros.

P. ¿No le llegarían a pedir que promocionase la famosa cátedra de Begoña Gómez?

R. Yo afortunadamente he estado muy distante y no he conocido a esta señora. No sé si a lo mejor la habré saludado alguna vez en algún acto, pero no he tenido con ella ni una sola conversación.

P. Con Pedro no me puede negar que sí estuvo cerca…

R. Desde luego, yo fui más que una cuestión personal para los políticos, una oportunidad. ¿Pedro Sánchez es un oportunista? Yo a él lo defino como a un cuentista que antes de unas elecciones se rasga las vestiduras prometiendo algo y después simplemente dice que ha cambiado de opinión y no pasa nada. ¿Cree que el electorado no va más allá? Eso me hizo abrir los ojos con él y me decepcionó profundamente. Es verdad que históricamente, sobre todo a nivel nacional, he votado al PSOE. Ya te digo que en otras elecciones donde había mucha diferencia entre un candidato socialista y otro candidato lo he tenido muy claro. Pero en ese caso yo creo que cada vez más españoles de bien se han dado cuenta, porque eso de vender el alma de tu país como hizo no es lo más adecuado.

P. También se le atacó por los contratos en Arabia Saudí.

R. Fue una gestión que multiplicó los ingresos de la Federación y ayudó a los clubes. Hoy muchos de los que me criticaron hacen negocios allí como el presidente de la Liga Javier Tebas.

P. ¿Qué opina del actual acercamiento entre la Liga y Arabia Saudí?

R. Hipocresía. Los que me señalaron ahora firman contratos con ese país. Nosotros abrimos ese camino y se nos crucificó por ello. La Supercopa producía 120.000 euros y cuando hago el cambio de formato pasamos a 40 millones que van más de la mitad a los clubes que lo necesitan, que han sobrevivido sobre todo en tiempos de pandemia. Eso lo hice yo.

P. ¿Siente que tampoco le van a reconocer nada de que trajo el Mundial de 2030 a España?

R. Pero qué mérito me han reconocido a mí si todo se opacaba. El Mundial fue una idea que compartí con el presidente en aquella época de la Federación Portuguesa, Fernando Gómez. Ambos éramos vicepresidentes de UEFA y teníamos una ascendencia muy importante y empezamos a trabajar, en mi caso, sin ayuda del Gobierno a pulmón. Al final lo conseguimos nosotros.

P. Pues pareció que Sánchez lo consiguió haciéndose aquella foto con Infantino al poco de su salida de la presidencia…

R. Infantino se aprovechó de la debilidad de España y del afán de protagonismo de Pedro Sánchez. Hubo conexiones gobierno FIFA en el momento de la crisis por el besito , de eso no tengo ninguna duda. Fíjate que a Infantino y a Pedro les presenté yo y son esas cosas que tiene la vida.

P. ¿Entonces la final será en Marruecos?

R. No tengo información de ello, pero lo que te puedo asegurar es que ya estaba pactado eso cuando yo estaba y se iba a jugar en España, al igual que una semifinal aquí y otra en Marruecos. También te digo que tampoco iba a haber partidos en Sudamérica, pero lo colaron por un motivo: que nadie hiciese preguntas sobre el Mundial de 2034 que inmediatamente concedieron a Arabia Saudí.

P. ¿Cómo ha vivido estos dos años de silencio?

R. Con dificultades, me bloquearon las cuentas y cuando tuve el problema de las detenciones tan injustas conmigo y con mis colaboradores no podía dar crédito. La ayuda de mi familia ha sido fundamental y a medida que hemos aportado pruebas se han ido quitando medidas cautelares, porque yo creo que es evidente que han visto o que están viendo que no hay nada, que lo que hay es una denuncia con muy mala intención de Tebas y su entorno como Miguel Galán te dijo en una entrevista .

P. ¿Qué planes tiene ahora?

R. Vivir tranquilo. Tengo una pequeña participación en una cadena hotelera y algunos alquileres de pisos. Sigo trabajando, pero con otra perspectiva.

P. ¿Cómo ve la situación política actual?

R. Vivimos en un país que cada vez tiene menos libertades, todo es prohibir. En lugar de incentivar la economía, el Gobierno solo sube impuestos y prohíbe cosas. Yo no pienso en Pedro Sánchez. El mundo es muy grande y el problema no soy yo. El problema grave lo tiene España si sigue gobernando este señor.