Las políticas migratorias de la administración Trump no cuentan con el apoyo de la iglesia católica de Estados Unidos. Así lo ha constatado la conferencia anual de los obispos estadounidenses celebrada en Baltimore, donde el centro del debate ha estado en la crisis migratoria.
En un comunicado, aprobado de forma abrumadora con 216 votos anónimos a favor, cinco en contra y tres abstenciones, los obispos católicos han cargado duramente contra las deportaciones masivas, el revocamiento “arbitrario” del estatus legal de los inmigrantes y la “retórica y violencia deshumanizadoras” dirigida hacia dicho colectivo.
La declaración envía un mensaje contundente al Gobierno y a los católicos que forman parte de él
“Nos preocupa ver entre nuestra gente un clima de miedo y ansiedad en torno a cuestio

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