Teotihuacán, Estado de México. – Los artesanos de la zona arqueológica de Teotihuacán enfrentan una de las crisis más severas en décadas. A la baja del turismo tras la pandemia se suma ahora un nuevo enemigo: la llegada de piezas falsas de obsidiana, presuntamente elaboradas por empresas chinas y vendidas como si fueran auténticas artesanías locales. Daniel Juárez, artesano lapidario y segunda generación de creadores de figuras de obsidiana en San Martín de las Pirámides, advierte que “desde hace unos años empezaron a meter piezas chinas; las hacen con vidrio y las venden como obsidiana verdadera. Eso nos está matando”. El oficio, que durante generaciones ha dado identidad y sustento a cientos de familias del Valle de Teotihuacán, está en riesgo. Los productores aseguran que la compete

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