"Soy el dueño del burdel y el jefe de las chicas que trabajan en la web que ofrecen servicios sexuales. Estoy aquí para implantar orden, respeto y la seguridad de nuestras escort " . Así comienza el mensaje extorsionador, un mensaje real que recibió un joven de 18 años en Zaragoza. Nada más presentarse, comienzan las amenazas.

"Le informo que tengo varios informes de varias de mis trabajadoras sexuales a quienes usted contactó y que perdieron el tiempo. Necesito solucionar este problema por las buenas antes de que nadie termine herido ". Y unas líneas después, llega el propósito real del mensaje.

" Tengo toda tu información y tu vida está en peligro en este. Si no pagas la multa, pagarás muy caro las consecuencias del sufrimiento en tu propia carne , por lo que tienes poco tie

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