La industria cárnica brasileña está llevando a cabo una campaña para convencer al mundo de que puede producir carne de res con bajas emisiones de carbono; una afirmación que, según algunos expertos, oculta el grave impacto de la carne de res en el clima.

En la cumbre climática COP30 en la región amazónica, ganaderos, científicos respaldados por el gobierno y las principales empresas cárnicas presentan una nueva versión de una vieja práctica. Argumentan que, con una gestión cuidadosa, los mismos campos donde pasta el ganado pueden capturar carbono del aire, contrarrestando así el daño ambiental causado por el metano que liberan estos animales.

El sector está organizando una serie de eventos en Belém para exponer sus argumentos. El miércoles, la asociación Abiec presentó un estudio s

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