Francia recordó este jueves a las 132 víctimas de los atentados perpetrados por yihadistas en terrazas, bares y una sala de conciertos de París, entre promesas de hacer "todo" para impedir nuevos ataques.

Estos atentados reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI) fueron los más sangrientos de los años 2010 en Europa, una década marcada por los ataques yihadistas en varios países.

"Nadie puede garantizar lamentablemente el fin de los atentados, pero podemos garantizar que para aquellos que tomen las armas contra Francia, la respuesta será implacable", aseguró Macron, que prometió hacer "todo" para impedirlos.

Para marcar los diez años de esta tragedia que conmocionó el mundo, Macron y la Alcaldesa de París, Anne Hidalgo, recorrieron los lugares del ataque e inauguraron el Jardín del

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