El mundo de los insectos reina en el escenario del espectáculo Cirque Du Soleil OVO, pero eso no implica que sea pequeño, sino todo lo contrario, ya que la producción tiene que ser gigante para hacer sentir a los espectadores en una colonia.

Entre flores gigantes y trampolines se mueven 53 artistas de alto nivel, provenientes de 25 países distintos, vestidos de grillos, abejas, catarinas y otras criaturas para recrear algunas de sus habilidades.

Los 13 grillos, por ejemplo, se valen de camas elásticas para dar saltos de varios metros de altura, pero otros requieren solo de su cuerpo para girar múltiples veces en el aire y buscar el asombro de la gente.

Si bien las estrellas bajo los reflectores deslumbran a los asistentes, el show funciona como un hormiguero, donde aquellos túneles que

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