Atlético Bucaramanga viajó a Nariño con una maleta ligera: pocas estrellas de su once ideal, un grupo alterno y la misión de rescatar el ‘Punto Invisible’ que le daría ventaja deportiva en los cuadrangulares. Pero en La Libertad, el Pasto dejó claro que los partidos no se ganan por antecedentes, sino por intensidad. Y en ese ritmo, el ‘Leopardo’ nunca logró entrar.

Un equipo desconocido desde el pitazo inicial

El plan de Leonel Álvarez era claro: rotar. Sin Quintana, Sambueza, Pons y Londoño —todos ausentes por acumulación de amarillas—, el técnico apostó por un once con apenas cinco habituales. La idea era competir y, de paso, dosificar para lo que viene. Lo que no estaba en el libreto era quedar 3-0 abajo antes del minuto 25.

La película empezó torcida desde muy temprano. Al 3’, John

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