Tijuana, 13 de noviembre. Jorge Calderón Navarro, secretario y tesorero de Redes Ciudadanas por el Mejoramiento de las Comunidades (Recimec), ha sido testigo directo de la transformación y deterioro del arroyo Alamar de Tijuana.

Desde 1985 vive a la altura de la colonia Granjas Familiares Unidas. Aunque nació en la Ciudad de México, asegura sentirse plenamente tijuanense y comprometido con la protección de los espacios naturales.

Calderón Navarro recuerda que, décadas atrás, el arroyo Alamar era un corredor verde robusto , donde abundaban árboles, plantas nativas y especies de fauna que hoy casi no se observan.

“Antes teníamos cientos de hectáreas cubiertas de arbolado. Desde que entraba el río Tecate a Tijuana hasta El Chaparral. Era enorme, los árboles se reproducían solos, sauces

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