La localización de un cuerpo abandonado en un canal de aguas negras de Nextlalpan derivó en la confirmación por parte de las autoridades de la muerte del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis desaparecido desde el 27 de octubre en Coacalco, Estado de México.

A partir de este hallazgo, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) desplegó una serie de operativos que culminaron en la detención de dos personas y en la emisión de una orden de captura contra una tercera implicada.

De acuerdo con información oficial, el cadáver del párroco fue encontrado durante la madrugada del 13 de noviembre. Estaba envuelto en bolsas negras y sujeto a un sillón, en avanzado estado de descomposición, lo que obligó a realizar estudios genéticos para confirmar su identidad. Dichas pru

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