Los jóvenes no están traicionando valores progresistas; están expresando, con la única herramienta que perciben efectiva—el voto disruptivo—que el contrato social se rompió

A pocas semanas de las elecciones del 16 de noviembre , Chile enfrenta un dato que debería inquietarnos más de lo que aparentemente lo hace: el 46% de los jóvenes entre 18 y 29 años prefiere a un candidato de derecha radical (conservadora o libertaria), superando ampliamente a todas las demás opciones. La pregunta no es solo “¿por qué?”, sino “¿qué estamos dejando de ver?”.

La sorpresa ante este giro revela nuestra propia ceguera: seguimos analizando la política chilena con categorías del siglo XX—izquierda versus derecha, progresismo versus conservadurismo —cuando lo que está en juego es algo más profundo y per

See Full Page