La lucha por perder peso es una de las batallas más complejas en la vida moderna. Día a día nos enfrentamos a obstáculos y, a pesar de las dietas estrictas o el ejercicio intenso, los resultados suelen ser lentos o estar acompañados de rebotes que nos llevan a culparnos por “falta de voluntad y/o esfuerzo”.
Sin embargo, una investigación de la Universidad de Copenhague descubrió que el cerebro humano está programado evolutivamente para no perder peso. Según el estudio, nuestro sistema de apetito no está diseñado para cuestiones estéticas, sino para la supervivencia, interpretando las dietas y restricciones como una amenaza.
Modo supervivencia
La explicación evolutiva se remonta a miles de años atrás, cuando la escasez de alimentos e la constante, la obesidad era inexistente y uno

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