Una aclarada, la otra sin aclarar, tuvieron sus víctimas muchos puntos en común.

. Se les consideraba bastante preparados y buenos en su oficio.

Almas libres e independientes, cuyas existencias transcurrieron según su propia moral, deseos y directrices, sin afectar a terceras personas, ni rendir cuentas a nadie.

Sin mayor ley que la de Dios y el apego a sus familias, vivían de su esfuerzo y dedicación cotidianos.

Con sus escuálidas economías personales siempre en rojo y escasísimos momentos de holgura, jamás disfrutaron el placer de una existencia relajada y apacible. .

.Al día de hoy, los homicidas del Prof. Noel Caraballo esperan por sentencia firme, mientras que los del Prof. José Bermúdez, si es que los hay, brillan por su ausencia.

Bermúdez fue encontrado flotando en aguas del M

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