Las abejas melíferas se afrentan a la avispa asiática , una especie invasora que ha puesto en jaque la estabilidad de los ecosistemas europeos.
Sin depredadores naturales que contengan su expansión, esta amenaza llegó desde Asia a Europa a través del comercio internacional y, desde entonces, ha devastado colmenas, especialmente en el norte de España.
Sin embargo, la naturaleza ha encontrado una respuesta inesperada: un mecanismo ingenioso y letal conocido como la «bola de calor» .
Cómo las abejas melíferas usan la bola de calor para defenderse de la avispa velutina
Cuando una avispa velutina ( Vespa velutina nigrithorax ) se acerca a una colmena, las abejas no huyen. Por el contrario, se agrupan rápidamente para rodearla en masa.
En cuestión de segundos, cientos de abejas forman una esfera vibrante que eleva la temperatura interna hasta los 46 °C , un nivel que resulta mortal para el avispón, pero soportable para ellas.
Este sobrecalentamiento controlado provoca la asfixia del intruso y demuestra la extraordinaria coordinación de las abejas como superorganismo.
Este comportamiento se ha documentado tanto en la Apis mellifera como en la Apis cerana , según explica un reportaje de la Agencia SINC . Los expertos destacan que, aunque esta técnica resulta efectiva, las abejas continúan en clara desventaja , ya que la velutina no cuenta con enemigos naturales que frenen su expansión.
Impacto de la avispa velutina en las abejas y el equilibrio ecológico
La avispa asiática, detectada por primera vez en España en 2010, en el municipio navarro de Amaiur , se ha expandido rápidamente por regiones del norte, como Galicia, Cantabria y el País Vasco. Su impacto no se limita a las colmenas: afecta a todo el ecosistema al reducir la polinización y alterar la cadena alimentaria.
De acuerdo con la investigadora María Shantal Rodríguez Flores, de la Universidad de Vigo, la presión que esta especie ejerce sobre las abejas «no se ha estabilizado y se mantiene alta durante todo el año» , lo que refleja su gran capacidad de adaptación al clima atlántico.
Esta flexibilidad le permite extenderse hacia nuevas zonas con facilidad siempre que las temperaturas sean favorables.
Picos de actividad de la avispa velutina: riesgos para las colmenas en otoño
Los estudios recientes indican que el pico de actividad del avispón, antes concentrado en verano, se ha desplazado hacia los meses de septiembre y octubre . Este cambio coincide con las labores agrícolas y de mantenimiento forestal, lo que incrementa el riesgo de ataques.
Según datos recopilados por el equipo de Rodríguez Flores, la presencia de sólo 5 velutinas en el entorno de una colmena puede frenar casi por completo la búsqueda de alimento de las abejas.
Estrategias de defensa y manejo de colmenas frente a la avispa velutina
Para reforzar las defensas naturales, los especialistas recomiendan mantener colonias fuertes y bien nutridas . La Universidad de Vigo sugiere el uso de suplementos alimenticios y revisiones periódicas para asegurar que las colmenas estén en condiciones óptimas.
Además, herramientas como las arpas eléctricas se han mostrado eficaces para reducir los ataques. La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) subraya que la solución pasa por una gestión integral que combine control de nidos, investigación y educación ambiental.
Únicamente así, la sorprendente táctica de las abejas podrá seguir siendo su mejor arma en una lucha desigual por la supervivencia.

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