Palma (España), 14 nov (EFE).- Inmigrantes sin papeles se reúnen cada mañana en las inmediaciones de almacenes de construcción en polígonos industriales de Palma (Islas Baleares, Mediterráneo), a la espera de que un patrón les dé trabajo en condiciones precarias: “Vivimos del día a día, de madrugar para ver quién nos llama”, explica a EFE uno de ellos.

Este fenómeno, que se reproduce en otras zonas urbanas de España, refleja una realidad patente: los problemas para poder acceder al mercado laboral que sufren los extranjeros en situación irregular, abocados a la economía sumergida ante la imposibilidad de regularizarse.

Algunos de ellos, emigrados desde países de América Latina o el norte de África, relatan que muchas veces perciben por largas jornadas sueldos muy por debajo de los que co

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