Un estudio reveló que esta dinámica poco común agravó el colapso de infraestructuras y aumentó el impacto de la tragedia

Más de 3.800 personas murieron en Myanmar tras el terremoto que sacudió el país en marzo de 2025, según datos divulgados en junio por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Detrás de esta catástrofe, los científicos identificaron un fenómeno sísmico extremadamente raro: una ruptura supersónica a lo largo de la llamada falla de Sagaing que intensificó la destrucción y dejó una huella sin precedentes en la región.

El sismo principal, de magnitud 7,7 en la escala de Richter, devastó amplias zonas del país. El desastre se reflejó en el colapso de edificios y la destrucción de infraestructuras críticas, como hospitales, aeropuertos, carreteras, puentes y sistemas de

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