Estados Unidos ha iniciado una nueva fase de su ofensiva militar contra el narcotráfico, denominada Operación Lanza del Sur. Esta acción coincide con la llegada al Caribe del portaaviones más grande del mundo, el Gerald Ford. El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, anunció en la red X que "esta misión defiende nuestra patria, elimina a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que matan a nuestra gente". Hegseth subrayó que "el Hemisferio Occidental es el vecindario de Estados Unidos - y lo protegeremos". Aunque el comunicado oficial no proporciona más detalles sobre la operación, expertos en Washington destacan que la presencia del portaaviones, junto a su flotilla de navíos escolta, amplía significativamente las capacidades militares de Estados Unidos en la región. El portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, criticó la situación del derecho internacional, afirmando que se encuentra "en un estado lamentable en muchas partes del mundo". Peskov expresó su deseo de que la situación en torno a Venezuela se resuelva conforme al derecho internacional, según la agencia de noticias TASS. Rusia ha calificado de ilegales los ataques de Estados Unidos contra narcolanchas en el Caribe que provienen de Venezuela, un aliado de Moscú. El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmó que estos ataques son un "pretexto" para justificar acciones que considera propias de "países sin ley". Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, describió a Venezuela como "un régimen ilegítimo, básicamente una organización de narcotráfico que se ha adueñado del poder". Rubio añadió que "si dejan de enviar barcos con drogas, no habrá ningún problema". El presidente Donald Trump, en una reciente entrevista, mostró una postura ambivalente sobre la posibilidad de un conflicto con Caracas. Aunque afirmó que no tenía intención de ir a la guerra, también sugirió que los días del presidente Nicolás Maduro en el poder podrían estar contados. El portaaviones Gerald Ford se une a seis navíos ya presentes en el Caribe y a otro en el Pacífico. Hasta ahora, se han reportado al menos 76 muertes en una veintena de ataques contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas. Trump también indicó que se están preparando ataques terrestres y sugirió que la CIA podría estar operando en la región.