Tras dos semanas de un juicio intenso y excepcional en democracia, los magistrados del Supremo tienen el deber de dictar una sentencia que podría ser histórica. Tendrán que decantarse por tesis completamente enfrentadas, por un lado las nulidades que pidieron la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Al margen de estas, la batería de indicios que para las acusaciones llevan a García Ortiz, como el borrado de sus mensajes o su cuenta personal de correo electrónico, que la cerró dos meses después del registro de la UCO.

Otra de las claves es el testimonio de Almudena Lastra, fiscal superior de Madrid, que declaró que la mañana siguiente de la filtración dio por hecho que había sido García Ortiz. Por encima de su testimonio está la credibilidad que dé el Supremo a los testimonios de los periodis

See Full Page