En un moderno complejo de cristal en Ginebra el mes pasado, cientos de científicos de todo el mundo se reunieron para compartir datos, revisar casos y deleitarse con algunos avances asombrosos.

Su trabajo alguna vez se consideró ciencia ficción: el llamado xenotrasplante , el uso de órganos animales para reemplazar riñones, corazones e hígados que fallan en humanos.

Pero a medida que los científicos intercambiaban notas, se hizo cada vez más evidente que ya no era ficción. Estaban cerca de lograr avances que podrían ayudar a aliviar la escasez de órganos de donantes que afecta a todas las naciones.

Los trasplantes con órganos de cerdos genéticamente modificados , diseñados para no provocar el rechazo del cuerpo humano, han comenzado a mostrarse muy prometedores. “El futuro está

See Full Page