La web de los Washington Commanders despacha la biografía de Doug Williams en unas cuantas líneas en las que destaca que es «un veterano con 21 temporadas en la NFL, nueve como jugador y doce en puestos de ojeador y personal». Lo importante se lo guardan. En 1987 Williams, cuando el equipo se llamaba Washington Redskins, se convirtió en el primer quarterback negro en ganar la Super Bowl. La importancia de la hazaña se explica mejor con otra estadística. Tuvieron que pasar 27 años para que Russell Wilson repitiera la hazaña dirigiendo a los Seattle Seahawks hacia el título en 2014.

Aquella era la Super Bowl XXII. Veintidós años sin que un quarterback negro ganara el anillo y la casualidad quiso que lo hiciera dirigiendo desde el campo a un equipo que años después tuvo que cambiar su n

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