La revisión del T-MEC en 2026 será un punto de inflexión en las relaciones económicas de América del Norte. En Washington, la U.S. Chamber of Commerce (USCC) ya fijó postura con un documento contundente enviado al Representante Comercial de Estados Unidos  Jamieson Greer en el que exige “certeza regulatoria, cumplimiento estricto y eliminación de barreras artificiales”.

Los empresarios estadounidenses advierten que México ha mostrado señales preocupantes: reformas judiciales que vulneran la independencia del Poder Judicial, reinterpretaciones tributarias y políticas energéticas que favorecen a empresas del Estado. Para ellos, esto representa un retroceso en la competitividad y en la confianza inversora, pilares del tratado.

Entre las demandas figuran mantener sin cambios las reglas de

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