La industria textil argentina atraviesa una crisis profunda, con una caída del 20% en su producción durante septiembre respecto al mismo mes del año anterior, operando únicamente al 42% de su capacidad instalada. Este dato refleja una baja de 8 puntos porcentuales respecto a agosto y 17 puntos menos que en septiembre de 2023, evidenciando un deterioro constante en el sector.

Desde 2023, la contracción acumulada alcanza un 27,8%, según la Fundación Protejer, que señala que la crisis se profundizó por la desregulación de las importaciones, con plataformas como Temu y Shein impulsando un auge de compras puerta a puerta que afecta la producción local.

El impacto en el entramado productivo es severo: ya cerraron 427 empresas vinculadas a la industria textil, indumentaria, cuero y calzado, lo

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