Mediodía de un lluvioso jueves que podría haber sido como cualquiera. Madrid sigue con sus obras y sus banderas. Y más patas arriba que nunca de medio Atocha para abajo, donde la remodelación avanza sin tregua. Pero hoy no hay ni colas ni manifestaciones ni retrasos. Me subo al tren admirando mi buena suerte. ¡Voy en un vagón de primera! Es una zona de alta tranquilidad, leo.
Lo parece. Parece tranquila hasta que llegan dos hombres y una mujer que, tras hacerse un sensacional lío que externalizan en un catalán que suena a chino de tan vociferado, identifican por fin sus asientos. Así es como conozco a Josep Maria, que más que sentarse a mi lado se tira ocupando la mitad de mi sitio.
Empieza el viaje. De repente, ¡no me lo puedo creer!, mi vecino, urgido por debatir con sus compañeros el

La Vanguardia España

AlterNet
CNN Politics
WFMJ-TV
KCBD Sports
The Daily Beast