tribuna Carlos Leáñez Aristimuño

Dios y patria en el duelo de Valencia

Procede tener la valentía cívica y espiritual de volver a nombrar sin complejos pilares ineludibles: Dios es el anclaje en la trascendencia, no una superstición privada que se oculta; la patria es la raíz común, no una idea abstracta que se gestiona

Un año después de la tragedia de la dana, la ciudad de Valencia honró a sus víctimas. Realzado solo por la presencia de los Reyes, desplegó un acto solemne, calculado al milímetro, sobrio en extremo. Fue su marco el Museo de Ciencias, edificio futurista, frío, nórdico… ¡un templo de la razón humana para enmarcar el duelo colectivo! Ello, sumado a la presencia apocada de la bandera y los símbolos patrios, pone de manifiesto un profundo déficit simbólico-afectivo.

Cuando

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