La Selección Mexicana afronta uno de sus exámenes más exigentes del año al medirse a Uruguay en un amistoso que, pese al nombre, promete ritmo de competencia oficial. Para ambos combinados, el duelo llega en un momento clave de evaluación y consolidación rumbo a sus próximos compromisos internacionales.

México busca afianzar la idea de juego que el cuerpo técnico ha intentado instalar durante los últimos meses: mayor solidez defensiva, circulación rápida y un ataque que encuentre más variantes que las mostradas en recientes ventanas FIFA. Este enfrentamiento será una oportunidad para medir la evolución del equipo frente a un rival con jerarquía.

Del lado charrúa, Uruguay llega con una generación que mezcla figuras consolidadas con jóvenes que ya compiten en la élite europea. Su caracterí

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