A Álex Márquez le funciona todo y sigue subiendo su nota en una temporada casi perfecta para él. Primero luchó con Marc por el título, cuando aquello se convirtió en imposible puso el foco en un subcampeonato de MotoGP que ya es suyo y ahora sigue redondeando su año y mostrando los galones que va adquiriendo tanto en el Mundial como dentro de la estructura de Ducati. En Cheste ha sumado su segunda victoria al Sprint consecutiva, al tercera del curso para él después de la de Portimao, donde además fue segundo el domingo.

Ahora que su hermano Marc tiene que verlo desde el muro por lesión y que otras marcas van progresando y amenazan con acabar con el dominio de Ducati, Álex ha tomado la bandera de la marca italiana y está demostrando su crecimiento como piloto. Se le escapó la "pole"

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