La Navidad, tras luchar contra los elementos, ha arrancado “en el planeta Tierra” este sábado o eso es, al menos, lo que ha proclamado un año más el alcalde de Vigo, Abel Caballero, con su habitual grandilocuencia, al pulsar el botón con el que ha encendido los cerca de 12 millones de led que están distribuidos por la ciudad.

La lluvia no empañó la fiesta, ni siquiera para las 7.000 personas que se dieron cita en el epicentro de la celebración, la Porta do Sol, y que aguantaron el agua abriendo y cerrando paraguas, un arte que hasta les resultó divertido.

Tampoco los problemas técnicos con el encendido del árbol amargaron la noche. Apenas duró unos segundos iluminado, pero Caballero templó micrófono en mano, vaciló al concejal responsable de fiestas y las luces se restablecieron cinco mi

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