El 15 de noviembre, la marcha de la Generación Z en la Ciudad de México terminó en violencia, dejando un saldo de 100 policías y 20 civiles heridos. El doctor Alejandro Macías, junto a políticos y ciudadanos, condenó los hechos y calificó la situación como "preocupante". A través de su cuenta de X, Macías hizo un llamado a no descalificar las manifestaciones de descontento por la inseguridad en el país. "El gobierno debe mandar señales de que ha escuchado y que comparte la preocupación", escribió el profesor e investigador. Los morenistas, por su parte, acusaron a la oposición de ser responsables de la violencia. Luisa María Alcalde Luján, dirigente nacional de Morena, afirmó que la marcha evidenció "lo que representa la derecha: actos de violencia y provocadores". Alcalde Luján también descalificó la marcha como una expresión multigeneracional, describiendo a los participantes como "los mismos de siempre" que amplifican una narrativa artificial con el uso de bots. Mario Delgado, secretario de Educación Pública, se unió a las críticas, afirmando que quienes convocaron la marcha intentan engañar a los jóvenes para que regresen la corrupción y los privilegios. Desde Jonuta, Tabasco, Delgado destacó que Claudia Sheinbaum reunió más jóvenes en su evento que los que asistieron a la marcha. El presidente nacional del PRI, Alejandro "Alito" Moreno, también se pronunció en contra del gobierno de Morena, acusándolo de reprimir a los jóvenes que buscan un México con rumbo. Moreno condenó la violencia de las fuerzas de seguridad y afirmó que el gobierno no escucha las exigencias de la sociedad. Jorge Álvarez Máynez, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, defendió el derecho a manifestarse, afirmando que en México hay razones legítimas para hacerlo. La situación refleja un clima de tensión política en el país, donde las manifestaciones y la respuesta del gobierno continúan siendo temas de debate y controversia.