Cuando el deseo baja , rara vez ocurre de golpe. A veces, las señales son sutiles: una mirada esquiva, menos contacto físico , o simplemente una falta de entusiasmo. El sexo , como cualquier otro aspecto de la pareja, necesita atención, comunicación y también algo de creatividad para mantener viva la llama .

Y aunque no todos los cambios implican una crisis, hay actitudes que pueden revelar que uno de las dos personas en la pareja se está aburriendo en la cama . Lo importante es no culpar ni culparse, sino entender qué está pasando y, si se puede, lograr una reconexión emocional y física.

Según ha explicado la psicóloga y sexóloga clínica Esperanza Gil, “ La pasividad no siempre es una mala señal . Algunas personas disfrutan más concentrándose en las sensaciones,

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