Un field goal de Riley Patterson decide (16-13) a favor de los de Florida un partido agónico que pudo caer de cualquier lado en el estreno de la NFL en España

El fútbol americano llegó ayer a Madrid para quedarse. No solo porque el comisionado de la NFL, Roger Goodell, se comprometió a volver a España el año que viene, sino porque el partido entre los Miami Dolphins y los Washington Commanders , sin grandes estrellas, sin una borrachera de touchdowns, dio al Santiago Bernabéu, a rebosar con 78.610 espectadores, un thriller. El sino de un deporte que puede cambiar de guion en cualquier línea. Como ocurriera siete días atrás en Berlín, la prórroga tuvo que decidir la contienda, para alivio de los de Florida, que mantienen viva su temporada con su cuarta victoria –por siete derrotas– graci

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