Un nuevo macroestudio internacional ha puesto en jaque uno de los pilares del tratamiento post-infarto de las últimas cuatro décadas. La investigación, liderada por los prestigiosos cardiólogos españoles Valentín Fuster y Borja Ibáñez desde el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) , concluye que los betabloqueantes, un fármaco recetado sistemáticamente de por vida, no aportan ningún beneficio a la mayoría de pacientes que han superado un ataque al corazón.

El hallazgo afecta a una cantidad ingente de personas. Se estima que, solo en España, alrededor de 1,2 millones de personas podrían estar tomando esta medicación sin una necesidad real, ya que pertenecen al grupo de pacientes que, tras el infarto, mantienen intacta la capacidad de bombeo de su corazón

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