La relocalización de cadenas productivas hacia América Latina llamado nearshoring , está redefiniendo la manera en que las pequeñas y medianas empresas colombianas se conectan con el mundo. En este nuevo escenario, los casilleros internacionales se consolidan como una infraestructura silenciosa pero esencial: una vía práctica para importar insumos, acceder a tecnología y responder con agilidad a la creciente demanda global de productos y servicios locales.

Según proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Colombia podría aumentar sus exportaciones en más de US$$2.573 millones gracias al impulso del nearshoring . En lugar de depender de intermediarios o de grandes importadores, hoy las empresas pueden gestionar directamente la compra de insumos, maquinaria o

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