"Detrás de cada historia hay dolor y también fuerza, resiliencia y esperanza", destacó este sábado Carme Bosch , directora general de Salud Mental. Además de enfrentarse al duelo por la muerte del ser querido, "una experiencia profundamente dolorosa", los supervivientes del suicidio —familiares, amistades o compañeros de trabajo, entre otras personas cercanas— tienen que lidiar "con sentimientos como la culpa, la rabia, la vergüenza y el estigma social". La psiquiatra abrió el acto organizado por su departamento con motivo del Día Internacional de los Supervivientes por Suicidio, que se conmemora el tercer sábado de noviembre, una celebración para dar visibilidad a este duelo.

Se estima que por cada defunción por suicidio entre seis y diez personas quedan afectadas de manera profunda

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