Instituto no logró romper el cero en casa frente a Talleres, pese a mostrar una actitud renovada. El equipo hizo méritos e incluso convirtió, pero el VAR le anuló dos goles. En el primero, el fuera de juego fue claro. En el segundo, aunque hubo dudas, la anulación fue correcta.

Así, el conjunto dirigido por Daniel Oldrá cerró un 2025 para el olvido. Por eso, el equipo fue despedido con más silbidos que aplausos. No tanto por lo mostrado en este último partido, sino por los números de una campaña decepcionante.

Desde las tribunas bajó el clásico “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, reflejo del malestar general.

¿Por qué empató Instituto? Básicamente, por el mismo problema que arrastró durante todo el torneo: la falta de gol. De hecho, terminó el año con apenas un tanto convert

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