Una incubadora tiene un motor que ayuda a sobrevivir; pero una mamá tiene un corazón y late. Su bebé lo reconocería entre miles de latidos. Cerca de su piel, el recién nacido, por más pequeño que sea, sabe que está en su casa.

Entre gramos y apenas unos pocos meses en el vientre materno; la vida y la muerte se enfrentan en una batalla campal en la que la mamá, la familia, los médicos y enfermeros son aliados de la supervivencia de quienes nacen antes de tiempo.

Sara Aurora nació de 26 semanas (seis meses) en el Hospital Francisco López Lima de Roca, derivada de Catriel. El jueves pasado tenía sólo 12 días de vida y pesaba 698 gramos. Ella es de las más pequeñas heroínas que ha visto el servicio y está internada junto a otros nueve bebés, cerca de su mamá.

«La sobrevida a esa edad ge

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