Puebla, Pue.- En un mensaje firme y directo desde la Catedral poblana, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa advirtió que la violencia que atraviesa el país dejó de ser un asunto de percepción para convertirse en una realidad cotidiana marcada por homicidios, desapariciones y actos de crueldad que siguen lastimando a las familias. Frente a cientos de fieles, el prelado sostuvo que los hechos delictivos continúan “robando la paz” y profundizando la fractura del tejido social, pese a los discursos oficiales que minimizan su impacto.

Sánchez Espinosa señaló que los datos y testimonios de la ciudadanía contradicen la narrativa que atribuye la inseguridad a una sensación subjetiva. Recalcó que “las personas manifiestan que es más la realidad que la percepción”, lo que obliga —dijo— a reconocer

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