China incrementó su actividad militar y marítima en un momento de creciente fricción diplomática con Japón, tras las de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre la seguridad del estrecho de Taiwán. En las últimas horas, Pekín puso en marcha ejercicios con fuego real en el mar Amarillo y envió embarcaciones de la Guardia Costera a aguas controladas por Tokio en torno a las islas Senkaku, conocidas como Diaoyutai para China y Taiwán.
Cuatro buques de la Guardia Costera china navegaron el fin de semana por aguas cercanas a las islas en disputa y posteriormente ingresaron a la zona marítima administrada por Japón antes de retirarse. Pekín defendió su presencia como una “patrulla de aplicación de derechos”, mientras Tokio denunció la incursión y registró que este año los avista

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